Vaya por delante que dejo clara una cosa. Buscando en internet encontré las imágenes de unos ratoncitos pequeños, no sé si hechos con arcilla polimérica o porcelana fría... pero me parecieron tan bonitos que no pude evitar intentar hacerlos.
Los originales son mil veces más bonitos, pero estos no han quedado nada mal. Y cómo son para pequeñajos en época de perder dientes, su función será la de guardar el diente caído en la mochila del ratón esperar que éste lo cambie por una sorpresa debajo de la almohada.
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